¿Por qué sigo pagando por Spotify?
El siguiente artículo fue traducido manualmente por mí y el original se encuentra aquí
TRADUCCIÓN –El artículo empieza abajo–
¿Por qué sigo pagando por Spotify?
Los servicios de streaming son estafas
Muchas veces mi mamá me ha dicho que se cansó de comprar música. Cuando crecía todo estaba en cintas así que ella, junto a todo el mundo, compraban música en cinta. Entonces de la nada los CD llegaron así que todos tenían que reemplazar sus cintas de cassette con CD, compraban música que ya poseían por segunda vez. Entonces la tecnología progresaba un poquito más y los iPods llegaron y por tercera vez en la vida de mi mamá las personas tenían que comprar su música por segunda o tercera vez para mantenerse al día con la tecnología. Mi mamá ya perdió la gracia de eso, se reusaba a adoptar ese ecosistema, péro la moda seguía y actualmente las personas pagan diez dólares por mes a plataformas de streaming de música con el fin de escuchar toda su música, y nadie sabe dónde se detendrá la moda.
Por mucho tiempo creí que las personas como mi mamá eran un poco locas por reusarse a pagar diez dólares al mes por música ilimitada en Spotify. Si eres el tipo de persona que le encanta escuchar nueva música todo el tiempo o alguien que escucha varios artistas y géneros diferentes entonces Spotify (u otro servicio de streaming de música) te parecería una inversión. Pero lo que pasa es que la mayoría de personas no se dan cuenta de que no son ese tipo de persona, entonces Spotify les está timando.
Tengamos en cuenta mis hábitos recientes en escuchar música. El 90% del tiempo que escucho música, escucho a uno de tres artistas. Ya sea mi amigo Patrick, su banda Charity Kiss, o mi amigo Dustin. Eso no es mucha música, y no es inusual que las personas escuchen tal pequeña colección de música. Si yo fuera a comprar cada contenido producido por estos tres artistas me costaría más o menos cincuenta dólares. Eso parece mucho dinero hasta que lo pones en contexto y ves que eso equivale a cinco años de nuevas publicaciones. He gastado más del doble de eso desde el año pasado pagando por una suscripción de Spotify solo para escuchar esa música. Me siento tonto por haber pagado $120 por escuchar el valor de $50 en música, y eso es sin contar los otros años que llevo suscrito a Spotify.
Ahora admitiré que mi caso es tal vez algo especial por escuchar solo a tres artistas, pero no soy tan especial como puedas creer. Probablemente podrías identificar tus 100 canciones favoritas y poder comprarlas todas por menos de lo que valdría un año pagando lo que te costaría Spotify, y estar perfectamente feliz solo escuchando eso.
Luego conforme pasa el tiempo y llega nueva música interesante solo cómprala. En cuanto a cualquier hábito de escuchar música yo prediría que menos de un valor de $20 en nueva música se estrenaría el próximo año (quizá incluso diez), gastar esos veinte dólares tiene más sentido que gastar ciento veinte por la misma cosa, y en un caso tu dinero va dirigido a un artista de verdad mientras que en el otro tu dinero va dirigido a una compañía sin rostro.
Hay muchas chicas que únicamente escuchan a Taylor Swift. ¿Qué tan frecuente estrena ella un álbum? Quizás una vez al año. ¿Cuánto cuesta comprarlo? Como doce dólares. Doce dólares por año es mejor que ciento veinte al año.
Si eres como yo y nunca has comprado música antes de la inversión inicial para conseguir un decente catálogo de música asustaría algo. Pero ponte a pensar más en eso. ¿Es mejor pagar cien dólares por música ahora que tal vez veinte a treinta dólares al año por cosas nuevas, o empezar a pagar $120 a una compañía que probablemente aumentará sus precios que se acerquen a los $200 al año bastante pronto? Espero que tu respuesta sea clara.
Las compañías de streaming en línea llevan años timándonos. Yo solía creer que Spotify era un buen trato porque me dejaba escuchar todo. Pero yo no escucho todo, tú tampoco, ¿por qué deberiamos pagar para escuchar todo? El streaming de películas antes era bueno porque solo estaba Netflix y tenía una gran cantidad a elegir, pero ahora las personas necesitan tener múltiples servicios de streaming solo para asegurarse de tener acceso a las cosas que realmente quieren mirar.
¿Qué tan seguido un adulto con empleo si quiera se sienta a ver una película estos días? Quizás dos veces a la semana. ¿Qué tiene más sentido?¿Pagar a Netflix veinte dólares al mes por el acceso a unas cuantas películas que no quieres ver, o gastar dos dólares en alquilar una película que realmente quieras mirar cuando estás en el ánimo de ver una? Dos películas a la semana valdrían ocho al mes, a dos dólares cada una vale dieciocho dólares al mes para películas si comparamos darle veinte a Netflix, junto a otros quince para Disney, y para Amazon, luego a Hulu y lo que sea. Una serie de televisión podría alterar más esos cálculos un poco, pero tienes cosas mejores que hacer en tu vida que mirar The Office sin parar por la cuarta vez este año.
Lamentablemente el streaming se ha convertido en una infección profunda en la industria del entretenimiento. Si quiero ver Extraction no la puedo alquilar por una noche, ni siquiera puedo ir a una tienda y comprar una copia de ello en DVD, tengo que tener una suscripción de Netflix solo para ver esa película individual. Yo desearía que no fuera así y tú también deberías. Deberíamos poder comprarle a Netflix solo por Extraction sin tener que pagar por Cuties también. La industria sería más saludable de esa manera, nos permitiría recompensar a las compañías por producir buenas películas y castigarlas cuando estrenan las malas. Sería mucho mejor que el sistema marxista que tenemos ahora en donde todas las películas son presentadas como iguales pero distan de serlo. Pero ya empiezo a desviarme del tema ahora.
Los servicios de streaming son estafas. Pasa más tiempo evaluando tus hábitos de consumo de los medios. ¿De verdad obtienes lo que pagas con servicios de streaming? Lo más probable es que encuentres mayor valor al no usarlos. Cancela tus suscripciones de streaming, luego reemplázalos con cosas que realmente quieres y no mires atrás.